Tres puntos y gracias

Las gracias son para los incondicionales que se acercaron a las 12:30 al Polideportivo Municipal de Cobeña a sufrir un tedioso encuentro donde la nota más positiva fueron las cañas del descanso y un jocoso tanto que sitúan a los pupilos de Sebas con 11 puntos.


El Cobeña saltaba al terreno de juego con la intención de hacer buenos los tres puntos conseguidos a domicilio la jornada anterior frente al segundo equipo del Sporting Seis de Diciembre.

Para ello Sebas dispuso de una defensa con mucha juventud comandada por Marcos, un jugador para aportar una dosis de contundencia y jerarquía dentro del terreno de juego. El centro del campo lo formó con una pareja, Ivi y Alberto, que aportaban mucho músculo en la medular, mientras las bandas recaían sobre Chispa, situado en el carril izquierdo, y Tete sobre la parte derecha. Dejando el ataque para Moha, la referencia anotadora de este equipo, y Luis que debía ser el encargado de armonizar el fútbol entre ese centro del campo con mucho oficio y un juego ofensivo que brilló por su ausencia, sobre todo en una primera parte para el olvido.

Por tanto el esquema utilizado por el técnico jienense fue un 4-2-3-1 con: Chema, Alfon, Manu, Marcos, Juanjo, Ivi, Alberto, Chispa, Tete, Luis y Moha.

Todo parecía encaminado para poder disfrutar de una mañana de fútbol con el juego combinativo que quiere ver el míster cobeñudo en sus chicos, puesto que el rival se prestaba a ello, con unos números que llamaban al optimismo con cinco derrotas en cinco encuentros, treinta goles en contra y uno sólo a favor. Pero con el Cobeña nunca se puede anticipar nada y así sucedió en la mañana del pasado domingo donde el Montenebro plantó más cara de la esperada, aunque más que por méritos propios por deméritos de un equipo local que salió acogotado de sumar su segunda victoria consecutiva y practicando un fútbol pesado donde no se conseguía atisbar más de tres toques seguidos, erigiéndose la figura de Ivi por encima de todos, tirando de casta y pundonor.

Ésta es la descripción pormenorizada de una primera parte para el olvido.
Tras el descanso Sebas quiso mover el banquillo y dar paso a dos de los jugadores, Carlos y Tato, que más fútbol tienen en sus botas de la actual plantilla del Cobeña y el equipo lo notó con un centro del campo donde se pedía más el balón, consiguiendo que éste fluyera mucho mejor sobre el terreno de juego.
Con estos dos cambios el técnico local modificó su sistema, puesto que uno de los perjudicados fue Tete que se quedó en el vestuario tras una primera parte fuera de posición. Esto permitió a Alfonso ocupar todo el carril derecho, quedando el centro del campo en las botas de Ivi y los recién incorporados Carlos y Tato. El otro perjudicado fue Alberto que salvo una entrada dura con amarilla incluida poco más pudo aportar en la primera mitad.

Estos dos cambios debilitaban un poco al equipo en labores defensivas y pese a que el Montenebro no parecía un equipo capaz de crear problemas a la retaguardia roja, Sebas decidió dar entrada a Álvaro en sustitución de Juanjo, que había realizado una primera parte sin mucho trabajo donde la falta de entendimiento con Marcos, debido a los pocos minutos jugados por esta pareja de centrales, pudo ser el detonante del cambio.

Este dibujo parecía que iba a deparar una segunda parte totalmente distinta con Carlos haciéndose el jefe del centro del campo y ofreciéndose para abrir el balón a las bandas donde aparecía, sobre todo por el costado derecho, un Alfon muy desdibujado en la primera mitad. El gol se acercaba para los locales, pero faltaba dinamita en la parte de arriba y Tato quiso asumir responsabilidades luchando todos los balones e incluso conduciendo más de la cuenta, pero en una de esas conducciones consiguió sacar un disparo duro que el guardameta visitante logró despejar dejando el rechace para que su defensa sacara el balón sin mayores problemas.

Sin mayores problemas habría sido si el rival no hubiera querido suicidarse e inexplicablemente tirar por la borda todo el trabajo con un despeje hacia su propia portería que ponía el 1-0 en el marcador.
Tras este jocoso gol el Cobeña tiró de oficio ante un rival demasiado débil como para sobreponerse a ese duro golpe y se llegó al final sin más sobresaltos, salvo una ocasión de Redondo que había entrado por Ivi en la recta final del encuentro.

En definitiva, tres puntos y gracias para un Cobeña que debe mostrar mucho más si quiere mantenerse en las posiciones de honor de la tabla clasificatoria, porque con el juego ramplón del primer tiempo no le da ni para estar en la mitad de este grupo 3 de la Tercera Aficionados.


Autor: Alberto Albarrán


VALORACIONES
El Duro. Alberto: en un partido donde no pasaba nada su entrada fue lo más destacado.
El Crack. Ivi: era la única luz en una apática primera mitad y además mantuvo el nivel en la segunda parte.
El Dandy. Tato: su disparo propició el gol de la victoria y junto a Carlos cambiaron la dinámica del encuentro.
¡Vaya Día! Tete: estuvo fuera de posición todo el partido y eso le perjudicó.

UNO A UNO
Chema: Poco trabajo, pero en las pocas manos que tuvo que sacar se le vio muy bien asentado en la portería.
Alfon: Poco en la primera mitad y buenas subidas en la segunda parte.
Manu: Aportó poco en ataque y en defensa tuvo poco trabajo.
Marcos: Con poco trabajo, pero muy atento cuando lo requería el partido. El único debe fue la falta de complicidad con su pareja de baile en el centro de la zaga, pero eso es algo que se coge con más minutos juntos.
Juanjo: Un calco de la definición expuesta para su compañero en la retaguardia.
Ivi: Fue el único protagonista de la primera parte y luego supo mantener su nivel.
Alberto: Muy apagado y salvo la tarjeta amarilla poco más aportó al encuentro.
Chispa: Voluntarioso y con alguna cabalgada, pero poco más.
Tete: Desaparecido durante el tiempo que estuvo en el campo. Aunque buena parte de culpa la tiene la posición en la que tuvo que actuar.
Luis: Realmente desafortunado y en clara disputa por ser la nota más negativa de este encuentro, porque no apareció y cuando lo hizo no aportó nada.
Moha: Se ha ganado la confianza para esperar un gol suyo, pero no puede estar en constante fuera de juego.
Tato: Dio, junto a Carlos, un bocanada de aire fresco al equipo, y con su casta y sus individualidades cambió un partido destinado al empate a cero.
Carlos: Movió el balón en el centro del campo, aportando lo que necesitaba el equipo y tras el gol supo darle al partido la templanza que necesitaba.
Álvaro: Sin trabajo, puesto que en la segunda mitad el equipo rival ni siquiera apareció.
Redondo: Aporta voluntad, trabajo y siempre está en el lugar donde va a caer la pelota. No tuvo su día, pero el partido ya estaba listo para sentencia cuando saltó al césped.
Perry: La buena presencia de Chema le cierra las puertas, pero la buena respuesta que dio el año pasado en la alternancia con su compañero le hace merecedor de una oportunidad.