Sin pólvora no hay paraíso
El Cobeña pecó durante toda la primera mitad de un escaso potencial ofensivo y sólo Tato llevaba peligro sobre la meta del Talamanca. En la segunda mitad los locales lograron un primer tanto en una posición algo dudosa que sacó a los pupilos de Sebas del encuentro.
Dos victorias seguidas y una quinta posición en la tabla invitaban al optimismo para el cuadro cobeñudo, pero si se analiza la tabla clasificatoria hay que darse cuenta que en la Tercera Aficionados un bagaje de tan sólo ocho tantos a favor son un paupérrimo balance si las aspiraciones son algo más que pasar sin pena ni gloria por esta categoría.
El entrenador del Cobeña, Sebas, se plantaba en Talamanca con la intención de conseguir 14 puntos que le auparán a los puestos de ascenso y para ello dispuso de un 4-3-3 con Chema bajo los palos; una defensa compuesta por Álvaro y el capitán, Alber, en el eje de la zaga y Manu y Alfon en los laterales; en el medio jugaron Ivi, Pablo y Carlos; dejando el ataque en las botas de Luís, Tato y Moha.